JUAN O. TAMAYO
JTAMAYO@ELNUEVOHERALD.COM
El gobierno comunista de Cuba aflojó los controles sobre las actividades religiosas durante el pasado año, pero en general mantuvo “restricciones significativas” sobre la libertad de religión en la isla, de acuerdo con un informe del Departamento de Estado de EEUU.
La mayoría de los líderes religiosos de Cuba admitieron que ellos ejercen la autocensura en sus sermones, y varios de ellos fueron arrestados después de haber criticado al gobierno, según el Informe de Libertad Religiosa publicado anualmente por el departamento.
“Muchos temían que críticas directas o indirectas del gobierno podrían resultar en represalias del gobierno… u otras medidas que podrían obstaculizar el crecimiento de sus organizaciones”, añadió el informe del 2012, el cual se hizo público el lunes.
Varios pastores de la zona oriental de Cuba reportaron además que las autoridades los detuvieron por tratar de repartir ayuda a las víctimas del ciclón Sandy y confiscaron la ayuda, añadió el informe. Algunos grupos religiosos reportaron que no se les permitió repartir la ayuda directamente a las familias, y en lugar de eso tuvieron que entregarla al gobierno para su distribución.
Muchos grupos religiosos reportaron una reducción durante el año en la interferencia del gobierno en celebrar sus servicios, atraer nuevos miembros, organizar programas sociales, recibir personal, materiales y donaciones del extranjero y viajar al extranjero, según el informe.
Pero “se mantuvo restricciones significativas”, agregó, porque, aunque la Constitución del país garantiza la libertad de religión, la Oficina de Asuntos Religiosos del Partido Comunista de Cuba controla y autoriza prácticamente todas las actividades.
“La tendencia en el respeto del gobierno por la libertad religiosa no tuvo cambios significativos durante el año”, agregó el informe, escrito por la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Labor del Departamento de Estado.
El gobierno invitó al Papa Benedicto XVI a que visitara a Cuba en marzo del 2012, señaló el informe, pero luego arrestó a cientos de activistas de oposición o les prohibió salir de sus casas para evitar que asistieran a las misas papales.
Además, las autoridades impidieron con regularidad al grupo de disidentes conocido como las Damas de Blanco a que asistieran a servicios religiosos —especialmente en la Basílica de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre en la zona oriental de Cuba— y “usaron rutinariamente” grupos “organizados por el gobierno” para acosarlas, añadió.
Grupos religiosos reportaron que el gobierno les facilitó durante el 2012 reparar y a veces expandir sus lugares de culto, aunque siguió siendo difícil conseguir permisos para comprar terrenos nuevos o construir templos completamente nuevos, de acuerdo con el informe.
Varios grupos religiosos de menor tamaño, entre ellos los Testigos de Jehová y los Mormones, continuaron su larga espera por recibir reconocimiento oficial del gobierno, pero de todos modos se les permitió celebrar sus servicios religiosos normalmente, según el informe.
Los Testigos de Jehová y los Adventistas del Séptimo Día, que por un tiempo fueron tratados con dureza debido a la negativa de sus miembros a participar en el Servicio Militar Obligatorio, dicen que ahora se les permite por lo general participar en servicios sociales en lugar del servicio militar.
A la Iglesia Católica y otras se les permitió imprimir algunas publicaciones periódicas y operar websites “con poca o ninguna censura formal”, según el informe, y algunos grupos religiosos operaron comedores de beneficencia, retiros y programas de salud y educación.
Se reporta también a que se permitió a la Iglesia Católica y al Consejo de Iglesias de Cuba, organización paraguas de iglesias protestantes, celebrar servicios religiosos en las cárceles y centros de detención en la mayoría de las provincias.
“No obstante, hubo reportes de que las autoridades carcelarias no informaron a los presos de sus derechos a la asistencia religiosa, se demoraron meses para responder solicitudes, y limitaron las visitas a un máximo de dos o tres veces por año”, agregó el informe del Departamento de Estado.
Fuente: el Nuevo Heraldo de Cuba
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