Liane Prestes
Moviéndose literalmente para llevar esperanza a las grandes ciudades de la División Sudamericana, un grupo de unos siete mil adventistas y simpatizantes se reunió en la capital brasileña el pasado 10 de marzo para una “Caminata de oración”. El grupo se reunió frente a la Catedral de Brasilia, y desde allí caminó unos seiscientos metros hasta el edificio del Congreso Nacional.
Los adventistas de las 220 iglesias del Distrito Federal y sus alrededores viajaron al lugar conocido como Plano Piloto en unos treinta autobuses con el propósito de interceder por la ciudad.
El evento es parte de la iniciativa de la Iglesia Adventista de llevar esperanza a las grandes ciudades, y completó un período de diez días de oración y diez horas de ayudo que se iniciaron el 28 de febrero en Sudamérica. Al entender que su compromiso era orar por los habitantes de la ciudad, el grupo se congregó para momentos especiales de oración y alabanza.
Durante cuarenta minutos, el grupo participó en oraciones dirigidas y también oró especialmente por las familias de la comunidad. El encuentro también inauguró una serie de programas de evangelización para la región.
El pastor Erton Köhler, presidente de la Iglesia Adventista en ocho países de Sudamérica, estuvo presente en el evento, donde expresó que los esfuerzos como estos pueden tener efectos positivos tanto para la iglesia como para los residentes de la capital.
“Creo que esta caminata de oración tuvo un impacto en nuestros miembros, que se unieron y descubrieron que forman parte de una gran familia que se reunió por una causa noble. Creo que la caminata también tuvo un impacto sobre la comunidad de Brasilia”, dijo el líder de la iglesia.
El pastor Charles Brittis dijo que esta fue una de las primeras iniciativas que busca orar y trabajar por la evangelización de la capital nacional. El pastor también dijo que los esfuerzos del domingo demuestran que los adventistas no solo se interesan en la salud espiritual de los gobernantes, sino también de sus ciudadanos.
Para la joven Raisa Santos, orar cerca de los monumentos nacionales refuerza la misión y la responsabilidad social que tiene la Iglesia Adventista con el país. “Sin duda alguna, este evento ha influido en mi vida espiritual y en las vidas de todos los involucrados. A partir de ahora, me siento más responsable de llevar esperanza a la gente que vive en esta ciudad”, expresó.
Al final del evento, el grupo entero fue al parque del Congreso Nacional para la oración final y una marcha de los Conquistadores. Messias de Souza, administrador regional de Brasilia, quien acompañó a los caminantes, reconoció la importancia social que tuvo el evento.
“Espero que la obra de la Iglesia Adventista siga llevando esperanza a Brasilia y a Brasil, creando una obra que eleve la espiritualidad, la moral y la civilidad de nuestro pueblo”, expresó.
FUENTE: ANN
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